Última actualización: junio 9th, 2022 - 07:15 pm
La psicología está siempre presente en la dinámica de los mercados financieros y está representada por la gestión y el control de las expectativas positivas o negativas de los inversores.
Entender la psicología del mercado es especialmente importante cuando los precios suben y bajan bruscamente.
¿Qué es la psicología del mercado?
La psicología del mercado es la idea de que los movimientos del mercado reflejan o están influidos por el estado emocional de los participantes en el mercado.
Es uno de los temas centrales de la economía del comportamiento, un campo interdisciplinario que estudia los diversos factores que preceden a las decisiones económicas.
Muchos creen que las emociones son el principal motor de los cambios en los mercados financieros y que son los cambios en el estado de ánimo general de los inversores los que determinan los llamados ciclos psicológicos del mercado.
En términos sencillos, el sentimiento del mercado es la sensación general que tienen los inversores y los operadores sobre el movimiento del precio de un activo.
Cuando el sentimiento del mercado es positivo y los precios suben de forma constante, se habla de un mercado alcista, a menudo llamado mercado de valores.
El concepto opuesto es el mercado bajista, que se caracteriza por un descenso constante de los precios.
El sentimiento, por tanto, consiste en las opiniones y sentimientos individuales de todos los operadores e inversores de un mercado financiero.
Otra manera de verlo es como una media del sentimiento general de los participantes en el mercado.
Sin embargo, como en cualquier grupo, no hay una única opinión dominante.
Según las teorías de la psicología del mercado, el precio de un bien tiende a cambiar constantemente en respuesta al sentimiento general del mercado, que a su vez también es dinámico.
De lo contrario, sería mucho más difícil llevar a cabo una transacción con éxito.
En la práctica, es probable que las subidas del mercado sean el resultado de la mejora del sentimiento y el aumento de la confianza de los operadores.
El sentimiento positivo del mercado provoca un aumento de la demanda y una disminución de la oferta.
El aumento de la demanda, a su vez, puede reforzar este optimismo entre los comerciantes.
Del mismo modo, una fuerte tendencia a la baja tiende a provocar un sentimiento negativo, que reduce la demanda y aumenta la oferta.
