Última actualización: febrero 17th, 2023 - 01:02 pm
Una noche ya hace muchos años un músico que tocaba la guitarra se quedó a jugar juegos de azar, beber y tocar música con unos amigos y se le hizo tarde, el músico perdió todo su dinero y ya caída la noche, se dispuso a caminar sobre la calle quinta hacia su casa.
De camino a su hogar rumbo a Atongo entre la oscuridad apareció un jinete vestido de negro, botas grandes y un sombrero de plumas largas y negras, montado en su caballo.
Le ofreció al músico una buena cantidad de dinero para que tocara la guitarra en una fiesta que tenía el jinete, el señor acepto de inmediato, pero la única condición que había puesto el jinete es que el músico no podía cruzar palabra con la gente de la fiesta.
Cabalgaron por un buen rato, era tanta la oscuridad de la noche que el músico no sabía hacia donde lo llevaban, cuando de pronto a lo lejos se alcanzó a distinguir una pequeña fogata.
Al llegar ahí el jinete bajo al músico y él comenzó a tocar.
Pasaron horas y aquel músico no paraba de tocar su guitarra, las personas se divertían, cuando de repente empezó a poner atención a la gente de la fiesta y cuál fue su sorpresa, empezó a ver que algunas personas estaban llorando y mientras más observaba más se sorprendía, empezó a ver gente conocida de él, gente que ya había muerto y estaban ahí.
En eso llegó el jinete por él y se lo llevo de la fiesta, cabalgaron de nuevo hasta el lugar que el jinete había recogido al músico y le pago. Le agradeció y le pidió que no regresara.
Aquel músico se fue tan confundido a su casa sin decir una sola palabra, pero contento porque llevaba una gran cantidad de dinero.